Uno de esos temas donde la humanidad debe esforzarse aún más es en reducir las emisiones de CO2 o dicho de otra manera, disminuir nuestra “huella de carbono”. Existen muchas definiciones de lo que significa dicho concepto, pero una genérica se refiere a “la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto por un individuo, organización, evento o producto”.
Las emisiones de CO2 son variadas por país y provienen en buena medida de la quema de combustibles fósiles. Sin embargo, también es producido durante su consumo en estado sólido, líquido, gaseoso y de la quema de gas. Y como todos los habitantes de la tierra consumimos algún tipo de esta energía en ciertas actividades cotidianas (movilidad, alimentación, actividades de hogar), es que vamos dejando una huella de carbono la cual contribuye al cambio climático.
Debido a lo grave del problema, los países y organismos internacionales, encabezados por la Organización de Naciones Unidas a través de su Programa para el Medio Ambiente, han generado diversos acuerdos que buscan ir reduciendo paulatinamente la generación de gases de efecto invernadero (GEI), entre ellos el CO2. Por cierto, en Bepensa Bebidas, como parte de la Industria Mexicana de Coca-Cola, hemos contribuido con un esfuerzo en favor del medio ambiente y en la disminución de emisiones de GEI, como por ejemplo, modernizando plantas e incorporando vehículos eléctricos a nuestra flota de reparto.
Cómo reducir la huella de CO2 Ante esta realidad la pregunta es: ¿Qué podemos hacer en lo personal para reducir la huella de CO2 que vamos dejando diariamente? El primer paso es informarse, en este reporte técnico de expertos sobre cambio climático, encontrarás a detalle el panorama general de la situación. De una manera más cercana, la página web Neutralízate de Pronatura, A.C. donde se describe el decálogo de buenas prácticas para que reduzcamos nuestra emisión de CO2 y otros GEI.
El segundo paso es aplicar buenas prácticas, como las promovidas por Pronatura, como: Usar focos LED y/o ahorradores, desconectar aparatos eléctricos que no usas, abrir lo menos posible el refrigerador, utilizar calentador de agua (boiler) de paso o solar, aprovechar más la bici o caminar y usar menos el automóvil, calibrar debidamente sus llantas, compartir el vehículo, comprar fruta de temporada y productos locales, así como productos con menos empaques.
Otro paso es medir tu huella de carbono, existen herramientas para hacerlo como la que viene en Calcula Mi Huella o la calculadora de Carbon Foot Print. En las mismas páginas se describe la metodología de medición y consiste, en términos generales, en sumar el CO2 que dejas de producir al reducir el consumo de combustibles, realizar con menos frecuencia ciertas actividades o ejecutar ciertas acciones. Por ejemplo, si conduces tu automóvil 50 km menos cada semana estarás reduciendo en 450 kg de CO2 tu huella de carbono. Si reemplazas un foco normal por uno ahorrador reducirás tus emisiones en 75 kg de CO2 durante la vida del foco.
Todos podemos emprender acciones para que nuestro planeta sea un mejor lugar para vivir. Una de ellas es reduciendo nuestra huella de carbono con acciones prácticas y cotidianas, que además nos harán sentir bien.